Velázquez hace la revolución más grande que se ha producido en la
representación tridimensional sobre el plano. Él es quien consideró el espacio
antes que los objetos. Él fue quien, determinando el punto de vista, fijó la
mirada sobre un punto del campo visual y la sostuvo quieta sin mirar cosa
alguna; estaba dándose cuenta de la profundidad, estaba viendo el espacio.
Cuando se miran los objetos no se puede ver el espacio. Cuando se mueve la
mirada sólo se ven las cosas y los volúmenes de ellas; es necesario fijarla
para poder darse cuenta del espacio y del valor de los huecos.
Velázquez establece un nuevo modo de mirar que permite una visión espacial
perfecta.
Ortega y Gasset dijo: “Velázquez, con una audacia formidable, ejecuta el
gran acto de desdén llamado a suscitar toda una nueva pintura; DETIENE SU
PUPILA. Nada más. En esto consiste su gigantesca revolución”.
El aguador de Sevilla, Diego de Velázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario